Facilitar que los alumnos no pierdan el curso escolar, mediante la flexibilización del currículo y una “evaluación global, continua e integral” de cada estudiante, que tenga en cuenta las competencias básicas. Ese es el principio fundamental del pre-acuerdo alcanzado ayer miércoles, 15 de abril, en la Conferencia Sectorial de Educación y que dio a conocer la Ministra de Educación, Isabel Celaá, insistiendo en que la idea es adaptar el sistema educativo y su organización a la situación excepcional que se está viviendo, para que ningún niño se vea perjudicado en sus estudios debido a la crisis sanitaria.
Evaluación del 3º trimestre
La ministra desmintió que se vaya a dar un aprobado general y explicó que se trata de ser flexibles con los contenidos y centrarse en lo esencial, analizando caso por caso y evaluando de forma global, teniendo cuenta las circunstancias. En este sentido, explicó que el tercer trimestre debe servir para hacer un diagnóstico de cada alumno y «en todo caso debe contar en positivo, nunca en negativo, porque no sería justo dadas las circunstancias en las que se encuentra la sociedad; hay que considerar cómo están viviendo las familias con casas que se han convertido en centros educativos y a veces en centros sanitarios y con niños de edades muy diferentes, niños pequeños y adolescentes juntos, en casas pequeñas…”, apuntó la ministra, que se refirió también a las diferencias de recursos tecnológicos, la llamada brecha digital, entre unos alumnos y otros.
Alumnos con suspensos
Los estudiantes que tengan suspensos de las evaluaciones anteriores podrán recuperarlas en este tercer trimestre mediante diferentes fórmulas y herramientas que establezca cada profesor, o también en septiembre, si así se considera por parte de cada equipo docente, cada centro y cada Comunidad Autónoma, dentro de las competencias que tienen. La promoción, por tanto, no será automática, sino que dependerá de los profesores, pero se facilitará por parte de los docentes «dando a cada estudiante la mejor solución para continuar sus estudios”. Con este planteamiento y en las circunstancias actuales, el Ministerio confirmó que la repetición de curso será algo excepcional: «Repetir es siempre algo extraordinario, en la situación que vivimos lo tiene que ser igual o más», por ello, será una opción sólo para casos muy concretos en los que haya un diagnóstico muy argumentado por parte del equipo docente, y deberá ser autorizado por las autoridades educativas.
Centros abiertos en julio
El principio de acuerdo, que debe cerrarse con la adhesión de las Comunidades, establece que el curso finalizará en junio e incluye un plan de apertura de centros educativos en el mes de julio, pero con actividades lúdicas o de aprendizaje, pero no lectivas. Estas actividades, aún por definir, serán voluntarias para los niños y estarán centradas en dar espacios abiertos tras semanas de confinamiento. Estarán a cargo de personal que no serían los profesores, o sí, pero de forma voluntaria para el que quiera participar, ya que este programa no se consideraría parte del curso escolar.